Faltan escasos seis días para que participe en mi decimosexto maratón (no cuento el último de Sevilla porque no lo acabé) y con todo el trabajo realizado, sólo queda esperar, descansar, alimentarse bien y preparar todo para la cita coruñesa.

En cualquier caso, estoy contento con mi preparación, pues el principio de la preparación fue un poco desalentador, pero he ido mejorando poco a poco, hasta llegar al momento actual en el que las sensaciones son realmente positivas, creo que he acabado como debe ser, es decir, en mi mejor momento después haber hecho un buen trabajo.
Pero aunque mi preparación ha sido óptima, las noticias que llegan de Galicia no son muy alentadoras, pues se prevé viento fuerte y lluvia para el día de la carrera; no me importa demasiado la lluvia,pues ya corrí en Tokio y en Moscú con lluvia y con buenos resultados, pero nunca he corrido un maratón con un viento tan fuerte como el que se pronostica y es fácil imaginar que un viento así puede suponer una merma importante en mi rendimiento, pues un viento fuerte de cara evita seguir un ritmo constante, además de obligar a un sobre esfuerzo notable.
Hay que esperar, puede que la meteorología cambie un poco, puede que el viento sople de forma favorable en el recorrido o puede que todo lo anterior sea negativo y la tarea sea mucho más difícil de lo esperado, pero de poco vale lamentarse a estas alturas, hay que ir a La Coruña y darlo todo.
Hasta entonces, hay que calmarse y descansar física y mentalmente para llegar a la línea de salida con hambre de hacer algo grande.
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