martes, 28 de enero de 2014

Otra vez el isquio

La renovada XV edición de la Media Maratón de Getafe iba a ser mi principal piedra de toque de cara a la preparación para la cita de Sevilla; Getafe, una carrera que me ha dado muchas alegrías no fue esta vez cómplice de mi gran estado de forma, pues mi isquiotibial volvió a resentirse; si, el mismo que me estropeó el maratón de Munich apareció en Getafe para quejarse, contracturarse y darme un mensaje muy claro: o me cuido o ya me puedo olvidar del maratón sevillano.
Amaneció una mañana ideal para la práctica atlética en Getafe; tras aparcar, me dirigí a recoger mi dorsal que se me entregó con la diligencia habitual en esta carrera. Después pude ver a Depa, que me inyectó una dosis de moral para la carrera y de vuelta al coche me topé con Julio, Alex y Beto, tres ilustres corredores del "A Gatas" de El Espinar. Me encontraba bien de piernas, la temperatura era ideal y el viento apenas soplaba, lo que reforzaba mi intención de hacer una buena carrera, independientemente de la marca, es decir, quería sentir buenas sensaciones.
Ya en la salida, me coloqué en la parte delantera y salí muy deprisa, por debajo de 4 min/km, aunque sin forzar en ningún momento. Fui adaptando mi ritmo al objetivo previsto (4'10''/km) y poco a poco me fueron adelantando algunos buenos amigos, como Alex y Edu inicialmente, Abel un poco más tarde y finalmente Vreda; no me preocupaba que me adelantaran, yo iba a mi ritmo y no quería quemarme demasiado en una carrera cuyo objetivo era rodar fuerte y hacer un buen entrenamiento de calidad, aunque en el subconsciente estaba la carrera del año pasado, que con el mismo objetivo de salida, acabó siendo MMP.
El crono me indicaba que el ritmo era correcto y además lo mantenía sin hacer un gran esfuerzo, pero la pierna derecha me empezaba a dar problemas; el isquio parecía sobrecargado, pero no le daba importancia, pues mis piernas siempre se ponen a tono a partir del km 10. Sin embargo, mi ritmo comenzó a resentirse un poco, de manera que el paso por el km 10 en 41'58'' no me dejaba muy satisfecho, por lo que decidí acelerar un poco el ritmo. Y aceleré, pero las cosas se empezaron a poner feas porque la pierna ya estaba muy cargada, pese a lo cual decidí seguir al mismo ritmo sin aminorar la marcha, pues aún creía que era una sobrecarga pasajera. Craso error, porque tras completar el km 11 y tras subir un pequeño falso llano, el isquio me mandó una señal clara de la gravedad del asunto, ya no podía alargar la zancada y en mi cabeza apareció el recuerdo de los pinchazos en Munich. No lo dudé, no me estaba jugando nada en Getafe y lo prudente erar parar, recuperarse y afrontar las cuatro semanas previas a Sevilla con garantías.
Me dirigí a la zona de meta donde me atendió un fisio de la organización que me dio un masaje ligero que alivió un poco la descarga y descubrió que el problema tenía su origen en la banda iliotibial, muy sobrecargada.
En fin, a falta de cuatro semanas ha surgido un contratiempo, no demasiado grave pues ya he vuelto a entrenar de manera ligera y esta semana continuaré con el programa previsto; mis sensaciones siguen siendo buenas, pero no puedo negar que la posibilidad de otra sobrecarga de mi isquiotibial es un hecho, por lo que debo intentar cuidar al máximo esa zona a base de estiramientos y fisioterapia. Quedan cuatro semanas clave y si los entrenos salen adelante, voy a tener la oportunidad de correr como pretendo en Sevilla; el tiempo y las lesiones lo dirán.

1 comentario:

vredaman dijo...

Ánimo Chuli, esperemos que remitan esas molestias y poder así compartir muchos kilómetros en Sevilla.