Siempre me ha gustado la carrera de Canillejas, pero este año se disputaba justo una semana después del maratón de Ravenna y no estaba en mis planes volver a competir en esa fecha; sin embargo, mi amigo Alfredo Varona me ofreció un dorsal y decidí aceptarlo, porque me gusta el recorrido, el ambiente y además podía correr sin presión alguna, porque no me iba a plantear ningún objetivo, tan solo llegar a meta.
Amaneció un domingo lluvioso en Madrid y aunque no me apetecía mucho correr, me desplacé hasta Canillejas un poco escaso de tiempo, aparqué y me fui en metro hasta las inmediaciones de la salida (esta carrera tiene un recorrido lineal). El metro te deja a 1,5 km de la salida, así que tuve que correr hasta la salida para no llegar tarde y de paso, calentar un poco.

Miré el reloj y me di cuenta que estaba haciendo una buena carrera y que tenía posibilidades de bajar de 41 minutos, así que no me lospensé y seguí manteniendo un buen ritmo, aunque sin pisar a tope el acelerador porque mis piernas ya estaban un poco cansadas. El caso es que encaré la recta mirando el reloj y acelerando un poco para acabar en 40'58''.
Es un buen crono, teniendo en cuenta los dos maratones que he corrido en quince días y me ha ratificado que sigo en un buen momento de forma, que espero conservar para las competiciones que me esperan durante el mes de diciembre, en el que voy a entrenar menos y competir más; órdenes de Depa para final de año.
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