sábado, 23 de abril de 2011

London Marathon 2011 (2) - La Organización

Teniendo en cuenta que Londres es considerado por muchos el mejor maratón del mundo, esperaba mucho de la organización del evento, pues tras correr en Tokio y dos grandes como son Boston y Berlín, la comparativa a aplicar era realmente exigente. Sin embargo, ya antes de acudir a Londres, pude comprobar la eficiencia de la organización, cuya página web es una auténtica fuente inagotable de información útil para corredores y acompañantes. No puedo juzgar la gestión de la inscripción, pues he acudido contratando con Marathinez y no tengo argumentos válidos, aunque por lo leído en la web, da la impresión que funciona a la perfección.
Una vez en Londres, mi primer contacto con la carrera fue mi visita a la feria del corredor, una feria a la que se accede fácilmente por el metro, ubicada en unos pabellones feriales bastante cómodos. La exposición es grande, las zona de recogida de dorsal no tenían colas y los expositores son muchos y variados, pero destacaría que hay muchos maratones promocionándose. En cuanto al merchandansing, es caro, acorde con la ciudad, pero no había problemas de tallas ni de colas a la hora de pagar.
Un autobús privado nos acercó a la salida el día de la carrera. Hay varias zonas de salida en varios puntos de la ciudad; la mía era la más numerosa en corredores, la de Greenwich, con tres zonas diferenciadas dentro de ella, para que los corredores pudieran estar cómodos para cambiarse y calentar. Estábamos ubicados en un enorme campo de hierba donde te podías sentar, calentar o simplemente vagar por ahí. Había agua, Lucozade y café gratis, sin colas, pues había un montón de voluntarios muy agradables. El clima ayudaba, pues no hacía frío y se estaba bien con un simple chandal. Había urinarios para aburrir, así como WC portátiles, por lo que las colas no eran demasiado pesadas para esos menesteres. Pasé el rato charlando con Andrés y otros corredores de Marathinez, aparte de hacerme fotos y mirar a la pantalla gigante que había instalado la organización y que estuvo muy animada.
Cuando se acercaba la hora de la salida, los corredores fueron colocándose ordenadamente en los cajones dispuestos a tal efecto. Los cajones estaban muy bien controlado y no detecté que nadie se colara. De hecho, tras el pistoletazo de salida, los primeros kilómetros discurrieron sin agobios, sin adelantamientos a corredores lentos ni aglomeraciones. Una salida de diez.
El recorrido es realmente magnífico, pues tras recorrer los alrededores de Greenwich, una agradable zona residencial, se dirige al puente de la  Torre de Londres, cuyo cruce es espectacular y tras callejear un poco se mete de lleno en la City, donde se corre entre grandes edificios, para acabar volviendo hacia la Torre y encarar las espectaculares últimas millas en las que se pasas junto al London Eye, el Big Ben y acabar en The Mall, a las puertas de Buckingham Palace.
Una vez cruzada la meta, la entrega de medallas, la recogida de la bolsa del corredor y de la ropa, es muy cómoda, sin colas ni agobios, así como la amplía zona de encuentro con los familiares, amplía y bien señalizada. 
Pero algo imperfecto tendrá que tener este maratón y en mi opinión lo es la pobre bolsa de corredor que se entrega una vez cruzada la meta. En ella se puede encontrar agua y bebida isotónica, además de unos pocos alimentos, muy inferiores en número a los de otros maratones que he corrido. Pero lo más sorprendente es la camiseta de "finisher" que regalan, más acorde con una carrera de barrio, que con un evento de esta enjundia.





1 comentario:

Landes dijo...

Calla, calla, que me están dando ganas... oye ¿y la crónica de la carrera para cuándo?